adopción y acogida

El Amor sordo desde el otro lado

Adopción

La acogida de niños es una opción temporal para ofrecer a los niños en adopción la calidez y el cariño de un hogar antes de su incorporación a la familia definitiva. Mirar por uno mismo de verdad y por el prójimo obliga a ser tan espléndido como para ofrecer amor paternofilial desprendido a un hijo que sabes que vas a perder.

El dolor de la despedida es el símbolo más grande de la generosidad. Perdón, hay uno más grande, el de los padres que ofrecen su hijo en adopción conscientes del bien del propio niño.

Amor y Acogida

Ahí va, a modo de duelo, la carta de despedida de un padre de acogida, que ha cuidado los momentos compartidos mientras tuvo el bebé recién nacido, antes de entregarlo a los padres adoptivos definitivos, pero antes…, GRACIAS por vuestra generosidad:

Nunca imaginé antes de conocerte que tu despedida me fuera a emocionar tanto. Llegaste a nuestra casa como un regalo de vida y te vas habiendo impregnado nuestras vidas de la paz que desprendes aún cuando lloras. Gracias por dejarnos disfrutar de ti los primeros días de tu vida. Nos has puesto tan fácil cuidar de ti como difícil se hace tu despedida. Me complace saber que tu familia te espera y desea con tanta ilusión como para criarte y educarte con el mismo derroche de amor que inspira tu compañía. Déjate guiar. Tu desarrollo es el último eslabón del compromiso de todos los que hemos colaborado en que finalmente estés con los tuyos. Disfruta la vida y la familia. Ambas te esperan desde antes de que fueses concebida. 
Tu esencia, Aynara, seguirá en nuestros corazones de por vida. Espero que algo de nosotros quede en el tuyo aunque no alcances a saber de dónde viene. 
Vuela golondrina. Te quiero.
En Toledo a 3 de Julio de 2013
Papá-Lobo.

Hay que derrochar mucho amor y confiar…, para dejar volar antes de hora.


Comentarios

Una respuesta a «El Amor sordo desde el otro lado»

  1. Ignacio Pérez Sirgo

    Renunciar a un hijo debe ser una experiencia extremadamente paradójica, atrapado entre la necesidad de amarlo y la necesidad de dejarlo ir. No imagino algo mas duro…gracias por compartir el artículo

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