Relaciones Humanas

De cuando encuentras conexión entre las relaciones humanas y las matemáticas o la física…

Cuando el amor llama a la puerta no lo hace enfundado en nudillos enguantados que disimulen con golpes sordos la vergüenza de dejarse ver. Tampoco desea una larga espera, pasando frío en el quicio de la puerta, para recibir una respuesta esquiva hasta que llegue el momento de dejarse encontrar. Simplemente es una disposición que se comparte o incomoda, por eso es cosa de dos:

 Toc, toc, toc…

    • ¿Quién es?
    • Soy el Mensajero. Traigo una carta de amor para usted.
  • Uy!!! Es que estoy indispuesta. Vuelva usted más tarde…

Las relaciones poco correspondidas suelen ser huidizas, esquivas y/o herméticas. No cambian de velocidad, salvo por urgencias físicas o de conveniencia. Cuando ésto ocurre se ha establecido una dinámica enquistada por indisposición de al menos una de las partes. Tal vez sea el momento para la otra, de buscar el queso en otra lado, por analogía a la fábula “¿ Quién ha robado mi queso?

Relaciones de Pareja

Siempre se ha dicho que para que dos personas conecten se necesita química, la química del amor. Hace poco llegó a mis manos un problema matemático, a través de una paciente, que paso a exponer. Gracias Alicia.

Dos individuos se encuentran en un punto A de la circunferencia de radio r de la figura. Uno de ellos recorre con velocidad de módulo v la circunferencia en sentido contrario a las agujas del reloj. El otro recorre con velocidad de módulo v el diámetro AB, y cuando llega al punto B, realiza el recorrido BA sobre dicho diámetro, y así sucesivamente. Demostrar que nunca se vuelven a encontrar.

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Más allá de la solución al problema, que en el supuesto de que se encuentren nuevamente, se llega al imposible de que el número pi sería racional, el planteamiento del mismo ofrece gráficamente un paralelismo con las relaciones humanas. Dos personas que se han encontrado no se reencuentran si cada uno sigue su camino, su ritmo y su velocidad, incluso compartiendo el mismo contexto. Para que el primer encuentro fragüe en más, y todo ello en amor, depende de la intención de las partes de variar la velocidad de sus vidas para favorecer la intimidad del nuevo encuentro. De ahí que las casualidades no existen, se provocan.

¿ En qué se basan las relaciones afectivas de pareja?

El amor es actitud y disposición, expresado como voluntad, intención y movimiento. Ahora sabemos que las medias naranjas no existen. Aunque la química entre ellas sea diferente, el motivador emulsionante de la química de la relación, el factor de precipitación, es la física, la física del acercamiento, la física del amor.


Comentarios

5 respuestas a «Disposición.»

  1. Qué cierto!! coincido con la idea de que dos personas que se han encontrado no se reencuentran si cada uno sigue su camino, su ritmo y su velocidad, incluso compartiendo el mismo contexto. Una amiga mía lo decía de forma mucho más escueta y gráfica al afirmar que para que exista una relación es necesario que “el taxi tenga la luz verde”, entendiendo que ambas partes están igual de abiertas al encuentro, al compromiso o al amor.
    Lo ideal -que nos “venden” hasta el agotamiento en el mundo actual- es la coincidencia en dicha empresa del “amor” por parte de A y de B como si de una partitura se tratara. Mucho me temo que esto sea irreal o inalcanzable en muchas ocasiones, como señala el anterior comentario. Lo cierto es que, en el mundo de la libertad actual, todas las personas que una vez se encuentran implicadas en una situación de “encuentro” con otra, pueden poner límites a este encuentro o a esta empresa amorosa, sean límites internos o externos., o sean límites que se ponen para el desarrollo de la relación en el presente o en el futuro. El encuentro “amoroso” no es nada, una aventura más o menos feliz, si no hay compromiso y trabajo en la relación hacia un futuro conjunto y, siendo realistas, las personas no siempre están en situación “taxi libre” para asumir ese compromiso o no lo están para asumir ese compromiso con esa persona “B” en ese momento en concreto y pueden hacerlo con la persona “C” unos meses después. Nadie puede dar lo que no tiene y, a veces, no se tiene el interés, la energía, el amor… necesario para que justo esas dos personas se “encuentren” en el aquí y ahora. “Dos no se aman si uno no quiere” pero no se puede demonizar a aquel que no “quiere” pues es libre (dentro de sus motivos, causas u obstáculos o frenos mentales o relacionales) para no amar, por mucho que la otra persona o el mundo entero le digan que eso es lo mejor de lo mejor para ella y la otra persona es difícil -en esas circunstancias- que logre ser querida por mucho que haga, aunque a veces, ciertamente, ocurre: a veces, algunas veces, B consigue hacerse querer. En fin, no se ha encontrado la fórmula mágica!!

    1. Amado Alberola

      Cierto, por eso el amor de pareja es cosa de dos. Sobre la bandera de taxi libre se reserva el derecho de admisión y da igual el motivo. El amor mueve el mundo, pero su manifestación adquiere muchas formas, la relación amorosa sólo es una más.

      1. Y me permito decir que el amor no sólo es cosa de dos, es OBRA de dos personas que desean estar unidas en un sólo alma. Dos corazones, dos voluntades y dos vidas que escogen ser compartidas. Si la otra persona no está dispuesta, estas voluntades llegan a eliminarse por agotamiento. Porque si se está dispuest@ a entregar nuestro amor y nuestra vida a otra persona es porque se está seguro de que el amor existe y porque sólo merece ser amado a aquella persona que nos ama de verdad.

  2. Una demostración probada de que “poder es querer” o “haz que suceda”. Tu te puedes encontrar con alguien, pero como bien refleja la circunferencia, ambos deben estar en el mismo nivel o como máximo al rebufo, desde el cual también se puede avanzar yendo a una velocidad menor pero siempre y cuando decidas salir de la aspiración para igualarte. Estaría bien completarlo con ¿y qué pasa si se encuentran o se doblan? Hay cierta química que no cambia y mínimo una tensión habrá. ¿Qué debe pasar para que B en el fondo quiera encontrarse con A pero no sea capaz por motivos que le bloquean; se puede hacer algo desde A?

    Un saludo

    1. Amado Alberola

      Nada. Dos no se pelean si uno no quiere. Dos no se aman si uno no quiere. Todo lo que haga A, intentando inútilmente ser querido, le permite a B hacerse caprichoso sin merecerlo. Permite que B se entrone en una butaca de reinado, sujeta por andamiaje de palillos de dientes. Al final todo el esfuerzo empleado por A le hace daño a si mismo, mientras impide, por otro lado, el crecimiento de B.

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