Fracaso o Crecimiento

Cuando uno empieza a relacionar conocimentos de diferentes fuentes sin buscarlos, la vida le está diciendo que ya tiene la madurez suficiente como para no esperar grandes cambios en, corrientes o teorías, que aparentemente son nuevos y/o revolucinarios. En realidad los conceptos de esa revolución han estado ahí muchos años previos al estallido novedoso de la simple moda cool. La práctica profesional de la psicología, como en los ámbitos de actuación del márketing comercial, también existen modas.

Hace un tiempo hice este cartel para las redes sociales. Poca gente lo entendió. Estoy convencido que si hablo del concepto de resilencia tan en voga hoy en día, todo el mundo lo entiende. Bruce Lee dijo: “Be water my friend”. ¿Por qué? Porque el agua no tiene forma, coge la forma de aquel recipiente que la contiene. Es el concepto más perfecto de adaptación. Él no practicaba un arte marcial de forma ortodoxa, era ecléctico, admitía todo. Pero hasta donde yo se, lo fundamental de su “pegada” era que aprovechaba la inercia del golpe que le ofrecía el contrincante para formular uno nuevo, sumando su fuerza a la del adversario. Se podría decir que más que ofrecer capacidad de resistencia al golpe del oponente, aprovechaba la inercia que imprimía el adversario contra él mismo, para ofrecer un golpe al contrincante más potente y eficaz.

Resilente 

Los psicólogos nos hemos pasado media vida hablando de protegernos del dolor emocional con flexibilidad y adaptación cognitiva. Hace años Bruce Lee ya iba más allá. Su concepto de lucha hablaba de asimilación para crecer. El dolor de los golpes de la vida no es un escollo en el crecimiento, sino todo lo contrario, es el resorte necesario para crecer, y crecer con fuerza. Supone el reto de devolver a la vida aquello que el golpe emocional te ha enseñado de forma constructiva. Creo que es la forma más fiel de definir el concepto de resilencia.

Adaptativo

La simple adaptación se queda coja, porque nos hace sentir que no llevamos las riendas de nuestra vida. Símplemente adaptamos nuestra interpretación a los cambios, que la vida provoca en nuestra propia realidad y aquellos modulan nuestros movimientos. Ésto provoca desajustes reactivos, porque te pasas la vida reaccionando a cambios, aportando poco o nada al contexto en que los vives. Resultado: inestabilidad emocional

Asimilativo

La estabilidad emocional está relacionada con la capacidad para absorber y aprovechar los cambios para crecer. Es el ajuste asimilativo al que hace referencia el concepto de resilencia.

Huidizo

¿Y lo contrario de todo ésto qué es? Pues ahí va otro concepto también de moda en el mundo de la psicología y las terapias de última generación: Procrastinar. ¿ Y cómo se define? Pues resolver el dolor emocional de un cambio, mirando para otro lado. Ésto supone no parar para no pensar, mantenerte entretenido con otras cosas (gym, aficiones, viajes, salidas…), o problemas menos importantes, para distraer la atención del problema principal. En definitiva mirar para otro lado y dejar sin resolver.

Resumiendo tenemos tres formas básicas conceptuales para resolver un problema o abordar un cambio en la vida que supone dolor emocional. Las tres formas dibujan un continuo de menor a mayor  responsabilidad con la solución, crecimiento de la persona, y eficiencia en la solución al problema. Nuestro bienestar depende de cual elijamos.

Si buscas psicólogo o coach puedes ponerte en contacto conmigo por correo electrónico.