¿ Qué es la actitud?

Comunmente decimos que la actitud genera formas de comunicarnos que llaman a facilitar o dificultar las relaciones con otras personas. La actitud se transmite, es incluso mimética entre personas, pero a la vez es algo etéreo. En realidad, la actitud se fragua en el plano racional desde los pensamientos, recuerdos y proyecciones, que generamos de nuestra interpretación de la propia experiencia de  vida; y en el plano emocional desde los sentimientos y emociones vinculadas a esos pensamientos, formando la actitud emocional.

Pensamiento actitudinal

Modificar nuestra actitud depende del uso del lenguaje y del manejo de pensamientos, imágenes y emociones. Las emociones irán de la mano de aquellos. Hay una forma simple de clasificar el pensamiento dirigido. Según la forma se diferencia el pensamiento verbal y pensamiento en imágenes o visualización. El pensamiento verbal tiende a ser fustigador contra uno mismo, aunque no siempre.

Pensamiento Verbal y Actitud Negativa

El pensamiento fustigador se representa gráficamente en los dibujos animados como el angelito en forma de diablillo justo encima del hombro, que juega el papel de sabotear cualquier iniciativa o ilusión de la persona. Utiliza para ello verbalizaciones internas relacionadas con anticipar peligro, con el fracaso o que ponen en duda la existencia de un interés real u objetivo, por el que merezca la pena perseguir esa ilusión. La característica fundamental es que pone pegas a todo.

Detrás de este pensamiento sólo hay la preocupación y el miedo a afrontar algo. Genera dificultades psicológicas clásicas: depresión y/o ansiedad. Suele ser la base de las fobias y los trastornos obsesivo compulsivos. La continuidad de las dificultades psicológicas está en función de la intensidad y tiempo que ocupa el pensamiento en evaluarse a si mismo, preguntándose por plazos o porqués. Las siguientes frases son algunos ejemplos que lo mantienen: “¿Por qué me pasa ésto a mi?”,  ” ¿Y si me da un ataque de ansiedad?“, “¿ Por qué me pongo nervioso?”, “¿Por qué me da por pensar en la muerte?”, “ ¿Cuándo se me va a pasar ésto?”.

Inseguridad Emocional

Podríamos decir que un problema de la persona real, el miedo o temor a afrontar algo en su vida, se transforma en imaginario cuando se pregunta sobre los síntomas. Es la metafísica del problema. La dificultad ya no es el problema. Puede que ni siquiera caigamos en la cuenta del problema inicial, sino del problema al problema, las consecuencias del miedo.

La persona se centra entonces en buscar la seguridad de la inseguridad. Puede contar con que va a tener un ataque de ansiedad, el problema pasa a ser cuando o cómo lo maneja; puede dar por hecho que tiene la moral por los suelos, y preguntarse cómo ha llegado aquí y hasta cuándo le queda. Y esa incertidumbre le mantiene todo el tiempo en jaque, evaluando su estado, consciente de su vulnerabilidad y generando continuidad circular, porque la duda no tiene fin.

Pensamiento Verbal y Actitud Positiva pensamiento adaptativo

Pero el pensamiento verbal también puede ser  adaptativo. En contraposición y hombro opuesto se representa comúnmente el angelito bueno. Es el pensamiento verbal que alenta a la persona a continuar sus planes minimizando las dificultades, ensalzando las virtudes de la persona, apostando vitalmente por la consecución de logros.

La característica fundamental de este pensamiento es que antepone soluciones a las dificultades. No se detiene a observarse a si mismo. Si lo hace es para planificar, reorganizar y continuar. Se mueve hacia adelante con la mirada puesta en objetivos más o menos específicos. Evita evaluarse a si mismo.

El pensamiento verbal positivo adquiere criterios externos de evaluación, que a medio camino mide la distancia hasta la consecución de metas, obviando las dificultades encontradas hasta el momento. Mira hacia el miedo de soslayo, sólo como referente de orientación, pero centra su mirada en el espacio de paso seguro que queda entre miedos. Así evita hacer de la tensión psicológica del miedo un criterio de ejecución, porque focalizar la atención en el propio defecto o en las debilidades (miedos) lleva a cometer errores de consecución por ansiedad.

Actividad Neurológica

Cada uno de estos pensamientos se configura desde formas de funcionamiento neuronal diferentes. El pensamiento negativo es recurrente y repetitivo. Utiliza vías neuronales grabadas como surcos que trasmiten sistemáticamente la misma información entre neuronas de forma lineal. En esta ruta cabalgan frases hechas con sentido de fracaso. Una frase llama a otra, siguiendo siempre la misma pauta por los mismos mecanismos neuronales. Gráficamente lo podríamos representar como un pensamiento en espiral que gira en sentido interior. Desde la apertura corre hacia el cierre de alternativas.

El pensamiento que se representa por el angelito bueno, el pensamiento optimista, no tiene caminos neuronales preestablecidos. Ese pensamiento juega a improvisar diferentes estrategias de afrontamiento de problemas desde distintos puntos de vista. Sigue varias rutas neuronales en paralelo, genera sinápsis nuevas y establece formas de afrontamiento activas y proactivas en la búsqueda de soluciones.

Pensamiento Positivo vs Pensamiento Negativo

Frente a la linealidad neuronal repetitiva del pensamiento negativo, el pensamiento positivo conforma ideas complejas desde la confluencia de ideas simples; o desde la complejidad de ideas simplifica, aprovechando las virtudes de la red neuronal también en sentido inverso. Trata los problemas desde la divergencia o apertura de miras. Tiende a converger hacia la solución, desde la lluvia o el aluvión de ideas, contemplando hasta los pensamientos más bizarros como posibles soluciones.

Pensamientos de Retroalimentación

Unos y otros pensamientos manejan imágenes y emociones diferentes  e incompatibles, que retroalimentan y sirven la causa de los mismos pensamientos. El pensamiento negativo forma un estilo de pensamiento rígido y desadaptativo, que se traduce en la actitud de dejadez, pérdida y abatimiento. El pensamietno positivo genera un estilo de pensamiento flexible y adaptativo, que refleja una actitud en coherencia de compromiso, disposición y ganas de continuar, es lo que se llama retroalimentación del pensamiento sistémico

Queda la visualización para la próxima entrada. Las imágenes forman la emoción con la que manejamos las expectativas de futuro. Nos ayudan a confiar y finalizan la consolidación de la actitud en forma de ilusión.

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